lunes, 30 de julio de 2007

Rochester

Se me cae encima
nuestro Rochester, viejo refugio
y me siento otra vez en su vereda
en aquella angosta Esmeralda
calle de los milagros y los dilemas
donde quedé de pie viendo aquel auto
que te llevó a tu vuelta
donde morí de verte partir sin mí
sin todas nuestras promesas
donde estuvimos
donde te vi
donde dejé mi fantasma
donde dejé mi espera.

No hay comentarios: